Nuestra tierra de silencio un 11 de agosto cantó en Alpedroches. Fue a mediodía. El campo y sus gentes de siempre regresaron a su vieja iglesia, ahora remozada, y la volvieron a consagrar.
Desde
un rincón, la Virgen del Puente, vestidita de blanco, nos dejó cantar a
la vida y al amor. Se cantó al partir las colmenas; cantó el cura y la
mayordoma; cantó la tabernera, también desde su rincón; cantaron los
enamorados, por el mayo claro, por la noche de San Juan.
Porque si sus hijos cantan, la Tierra agradecida canta.
Ocurrió en presencia de paisanos y forasteros. Ellos, y dos diputados fueron testigos también de un doble compromiso:
Por
una parte, el párroco, en nombre del obispo, afirmó que la
Iglesia-edificio (con su NIF) es propiedad del pueblo de Alpedroches.
Por otra, el cantautor se comprometió a volver a cantar cada sábado anterior a la fiesta de la Virgen del Puente.
Alpedroches ya florece.
En tiempos de zanjas, su patrona tiende puentes.
Colaboración para seguir con la reforma.
Cta. ES82 2085 7554 71 03 302915 61.
D. Miguel Angel Ortega, párroco de Alpedroches, facilita el certificado con los datos de la aportación.
Colaboración para seguir con la reforma.
Cta. ES82 2085 7554 71 03 302915 61.
D. Miguel Angel Ortega, párroco de Alpedroches, facilita el certificado con los datos de la aportación.
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